¿Por qué se tiene tanto miedo a emprender, a lanzarse a ser el jefe de uno mismo? Si tanto miedo hay al fracaso, ¿por qué las personas no dejan de emprender y sigue habiendo esas ganas de ser autónomo por gran parte de la población española? De hecho, es el 16% de la población española (2018) la que está dada de alta como autónoma. Es más, respecto a los demás países desarrollados, se encuentra en el puesto número 13 en el ranking de porcentaje de autónomos en el país, superando la media.
Así pues, algo bueno tendrá el ser tu propio jefe si tantas personas deciden serlo. Veamos, a través de una lista de pros y contras, el peso que tiene tanto ser autónomo como no serlo, por si estás dudando ahora mismo por dónde encaminar tu vida laboral.
Ventajas de ser autónomo
1. Ponte tus propios horarios
La primera ventaja y la que todos tenemos más en mente es que puedes trabajar cuando tú quieras. No tienes la necesidad de entrar a las 8 o a las 9 de la mañana si no quieres. Puedes aprovechar para hacer otras cosas en el horario que tú prefieras y adaptar tus horas de máxima productividad a tu jornada laboral. Es decir, hay personas que les cuesta mucho trabajar por la mañana o por la tarde, pues estas tendrán el beneficio de ponerse a trabajar cuando más productivas sean.
2. Sé tu propio jefe
No estás al mando de nadie, no recibes órdenes de personas que están en puestos más altos que el tuyo y no tienes que aguantar malas contestaciones de nadie. Muchas personas sufren depresión por la mala situación laboral que tienen con sus compañeros. En este caso, tienes la responsabilidad de que todos estén lo más agusto posible, pero tú mismo, tienes la libertad de poder elegir con quien trabajar y con quien no.
Otro factor que se suma a la cada vez mayor digitalización del trabajo, es que dependiendo del sector al que te dediques, puedes trabajar desde donde tú quieras. ¿No es genial? Puedes hacerlo desde casa, desde una casa ajena o desde un hotel porque has decidido irte a pasar unos días fuera de tu rutina, pero continuar con el trabajo.
3. Puedes ganar más dinero
El salario potencial de un empleado por cuenta ajena es mucho menor que lo que puede ganar un trabajador por cuenta propia, es decir, un autónomo. La empresa le puede estar cobrando al cliente 100€ por un trabajo realizado por ti completamente, mientras tú solo estás cobrando a 10€/hora. Así pues, la empresa se lleva todo mientras tú solo te llevas una parte de lo que tú has trabajado.
De esta manera, siendo un trabajador de una empresa, tus ingresos dependen de las horas que hagas, de los trabajos que lleves a cabo y de otros factores de la sociedad corporativa ajenos a ti. Por otro lado, siendo autónomo, tus beneficios únicamente se verán afectados por cómo trabajes, cuánto quieras ganar y el número de clientes satisfechos que obtengas.
4. Trabaja de lo que a ti te gusta
Cuando eres autónomo, al final lo haces por trabajar de lo que a ti te gusta, sin complacer a nadie, sin esforzarte por cumplir el sueño de otros. Aquí solo valen tus sueños, tus inquietudes y a lo que siempre te ha gustado dedicarte.
5. Elige las vacaciones que tú quieras
De la misma manera que anteriormente comentábamos que podías hacerte el horario que mejor te conviniese, también puedes elegir las vacaciones que mejor te vengan y las veces que quieras.
6. Te aporta conocimientos
Además de todos los puntos anteriores, también tendrás que tener una serie de conocimientos para saber cómo gestionar tu dinero y, por consecuencia, el de la empresa. También recaerán sobre ti todos los departamentos que suele tener una gran empresa, pero lo mejor de todo es que tampoco tienes la obligación de saber de todos y cada uno de ellos, sino que puedes delegar en otras personas.

Inconvenientes de ser autónomo
Llevar una empresa es mucho más que todas estas ventajas y, por desgracia, no todo es bonito. Para ver todos los puntos objetivamente, vamos a enumerar a continuación las desventajas que presenta trabajar para uno mismo. Es por estas razones, que muchas personas prefieren trabajar para empresas ajenas.
1. ¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar?
La realidad del autónomo es que, el no tener horarios establecidos, es un arma de doble filo. Esto significa que puedes echar al día o a la semana muchas más horas de las que harías para una empresa donde tienes tus horas de entrada y salida marcadas. Debes tener muy claras las cosas, tener una buena organización y un buen equipo (en caso de que lo tengas) para no olvidarte de tu vida personal y social.
2. Dar la cara
Normalmente, cuando trabajas para otra persona las responsabilidades más grandes cara al cliente, recaen sobre el dueño o el jefe. En este caso, esta parte sobre la que recaería la responsabilidad serías tú y, no tendrías nadie que te mandase diariamente sobre lo que tienes que hacer, pero tienes a todas esas personas a las que también tienes que contentar.
3. Tienes que ganar más dinero que como empleado
Al ser empleado, simplemente te preocupas de recibir a final de mes tu nómina correspondiente. Sin embargo, cuando eres autónomo, tienes una gran carga mental y monetaria para que los números salgan. Tienes que asegurarte un mínimo de dinero recibido cada mes para hacer frente a los gastos fijos como pueden ser el alquiler o hipoteca del local donde estés trabajando, el salario de tus trabajadores, los suministros de luz, agua y gas, etc.
4. No te dan hecho todo
Ser contratado por otra empresa que ya lleva rodaje es fácil en el sentido de que simplemente te explican tus funciones y, a partir de ahí, debes hacerlo lo mejor que puedas y sepas.
En cambio, cuando eres autónomo y/o estás empezando, tienes que sacarte las castañas del fuego y buscarte el trabajo, la clientela y ganártela para que vuelvan a elegirte de nuevo.
5. Polifacético por obligación
A pesar de que crezcas mucho personal y laboralmente, también tienes que saber de muchos temas que igual de primeras no tienes por qué saber hacerlos. Por ejemplo, si tienes una tienda de ropa, pero no sabes cómo llevar los gastos e ingresos, los papeles, la facturación… Esto realmente es mucho tiempo dedicado a algo que no es tu labor principal ni a lo que te quieres dedicar. Es por este motivo que existen software de gestión de empresa que te quitan toda esta carga que pueden generarte estas tareas tan pesadas y potenciar tu negocio de la mejor manera.
Así mismo, otros software, como el que te ofrecemos aquí, BECCA Software, es mucho más que un puesto de administrativo, te facilita una página web, firmas online, la creación de presupuestos, el envío de campañas mailing para conseguir clientela nueva… ¡y mucho más! En este caso, hay una ventaja dentro de este inconveniente.

Así pues, vemos que no todo es bueno al ser autónomo pero tampoco todo es malo. Dependerá mucho de tu balanza personal y de lo que prefieras en tu vida, nada es mejor o peor. Pero, si decides montar algo por tu propia cuenta, también hay que tener presente ciertos tips para rentabilizar tu negocio y poder llevarlo adelante de la mejor manera.
Decidas lo que decidas, BECCA Software te facilita tus labores empresariales, te ahorra tiempo, esfuerzo y ganas calidad de atención al cliente e imagen.