Los consumidores siempre han tenido sus derechos cuando adquieren un producto o hacen uso de un servicio, pues pagan por él. Hasta entonces había regulaciones que protegían a los consumidores y usuarios en estas compras como la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios o la Ley de Protección de Datos Personales (LPDP).
Hay que destacar, que todas estas normativas para la seguridad y derechos de los consumidores estaban más enfocadas a un tipo de producto y servicio que, a medida que los tiempos han ido cambiando y las tecnologías también, han evolucionado y hay otros tipos de productos y servicios que no terminan de amoldarse al 100% a esas bases legales, por lo que puede haber dudas con algunos detalles.
Antes, ser dueño de los datos personales de tus consumidores no suponía gran cosa. Sin embargo, los ojos están puestos en el día 1 de enero de 2022, cuando pasarán a considerarse como moneda de cambio. La ley general de la defensa de los consumidores será sustituida por el Decreto-ley 7/2021, que transpone dos directivas europeas.
Esta nueva normativa influenciará a todas aquellas personas que tengan una cuenta abierta en servicios streaming como lo pueden ser Spotify o Netflix, así como juegos en línea, correo electrónico u otros servicios de mensajería instantánea.
Se abre una nueva etapa en la relación entre el consumidor y la empresa, ya que nunca antes se habían considerado los datos personales como algo valorado que se utilizase para el intercambio de bienes. De hecho, los servicios digitales estaban regulados por una legislación ambigua. Hasta ahora se adaptaba la normativa pensada para el mundo de productos físicos al mundo digital; sin embargo son dos cosas distintas y los consumidores necesitan otro tipo de protección.
De esta manera, el consumidor que se abra una nueva cuenta en una red social o se registre en un servicio de streaming de manera gratuita tendrá exactamente los mismos derechos que los usuarios que pagan a la misma plataforma. Así, paguen o no paguen, tienen los mismos derechos frente a las bases legales de la empresa, pues les está cediendo sus valorados datos personales.

Los nuevos derechos de los consumidores
En caso de que el cliente no acepte el tratamiento de los datos personales, la empresa podrá revocar el contrato y dejar de suministrar el servicio. Si es la empresa la que no suministre los servicios acordados con el cliente, este tiene todo el derecho a rescindir el contrato. Por ejemplo, si tu compañía de suministro de agua te corta el servicio, dejas de pagar como sería lo normal. A esto hay que añadirle otra clave de la nueva normativa digital. En caso de que esto suceda, el consumidor tiene hasta 3 años para mostrar su disconformidad con la empresa y por el servicio recibido con productos que contengan partes digitales como los smartphones, las tablets o los smartwatches.
La revolución de los marketplace de datos personales
Algo que se consideraba normal o no había estado catalogado hasta la fecha como el tratamiento de datos personales en apps, redes sociales y servicios de streaming, se ha convertido en todo un mercado que mueve millones de euros.
Es curioso, cómo siempre el dinero da voz y voto, y hasta que no se ha valorado como tal los datos personales de los consumidores, al cabo del tiempo, no se implanta esta nueva normativa que regula los derechos de los consumidores.
Siéntete seguro con todos aquellos servicios digitales que consumas y cuenta con que tus clientes también tengan la seguridad de sus datos. Es muy importante que los programas que trabajan con datos personales, como Becca, estén al día de estas nuevas regulaciones para proteger al ciudadano consumidor.