Todo el mundo es conocedor de la poca paridad existente en los puestos de Administración entre hombres y mujeres (como en otros muchos ámbitos). Lo que poca gente sabe, es que esto repercute en la manera de funcionar de una empresa y en sus resultados.

Tan solo una de cada cuatro personas con capacidad de decisión y empoderadas en los principales estamentos del Estado es mujer. En este ámbito, es clara la infrarrepresentación femenina en puestos de liderazgo, situándose en el 25,8%, a diferencia del 40% que supone el mínimo requerido para que se considere paridad.

Según el estudio del grupo de empresas interrelacionadas de ClosinGap, que examina el coste de oportunidad de la desigualdad de género en la economía de España, dice que en caso de que el país decidiera situar a las mujeres en posiciones de liderazgo hasta alcanzar el umbral de paridad, el PIB español alcanzaría los 1,7 billones de euros, lo que supone un aumento de casi el 18,6% (264.000 euros) respecto al PIB actual. 

España podría aumentar este índice, pero no lo hace. ¿Por qué? El modelo matemático con el que se estudia, asegura que la presencia de mujeres en puestos de liderazgo en gobiernos y parlamentos, grandes empresas y medios de comunicación, se traduciría en un auge de la economía española. Por el momento, España se mantiene en un puesto más bajo de la media de los 26 países europeos y alejada de las primeras posiciones.

Se podría aumentar el PIB hasta un 24% más si existiera un escenario más feminizado.

Así mismo lo asegura la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la cual ha demostrado, basándose en encuestas realizadas a 13.000 compañías de 70 países, que tres de cada cuatro empresas que han promovido la presencia de mujeres en cargos directivos, han conseguido un aumento de sus beneficios entre el 5% y el 20%.

La paridad española frente a la de Europa

Es importante recordar que la actividad de las empresas se ve reflejada en el funcionamiento del país, por lo que la escasa paridad no solo afecta a las empresas, sino a los países. En España, la brecha de género es bastante más baja (13,6%) a comparación con otros países que se sitúan en la mejor paridad, como Islandia con un 45,9%. De hecho, la probabilidad de que un hombre pueda llegar a ser presidente de una empresa del Ibex 35 es 16 veces mayor que la probabilidad de que lo sea una mujer. Esto se puede comparar con otras profesiones, como las del ámbito de la comunicación, donde son ellas quienes superan el promedio europeo con un 29% frente al 28,2% y se acercan a Suecia con un 33%.

Sin embargo, a pesar de la alabada paridad española, todavía queda muy lejana de los países que se encuentran en la cabeza de este índice. Alemania cuenta con un 65,6%, Noruega con un 53,3%, Islandia con un 48,1% y Dinamarca con un 43,1%. Hay un aspecto peculiar en todos países y, es que si no se han dado cuenta, todos y cada uno de ellos están gobernados por mujeres:

  • Angela Merkel (jefa de Gobierno de Alemania desde 2005)
  • Erna Solerg desde (primera ministra de Noruega desde 2013)
  • Katrín Jakobsdóttir (primera ministra desde 2017 en Islandia)
  • Mette Frederiksen (primera ministra danesa desde el año 2019).

Los estudios realizados para concretar el tipo de influencia que puede llegar a tener la presencia femenina, han demostrado también tener una distinta gestión en los países y empresas liderados por mujeres. Por ejemplo, ellas tienen una visión sobre la corrupción mucho más exigente, por lo que cuando hay una mujer al mando, se dan muchos menos sobornos o situaciones similares. Asimismo, quedó retratado en los libros de historia que las compañías que tenían un mayor número de mujeres se vieron menos afectadas y experimentaron una mejor práctica durante la crisis financiera de 2007 – 2009.

Las mujeres en los departamentos

Como hemos mencionado anteriormente, por mucho que los puestos de liderazgo adolezcan de la presencia de mujeres, en otros ámbitos no es así. Los departamentos de Recursos Humanos cuentan con un 36% de mujeres directivas, seguidas por las áreas de dirección financiera, con un 32%, las áreas de Operaciones con un 28% y Marketing con un 25%.

Las empresas aumentarían su rentabilidad si el número de mujeres fuese mayor

La única duda que queda por resolver, y la más importante, es el motivo por el cual estos estudios son los que son y los resultados significan lo que significan. En general, las mujeres suelen estar más comprometidas con el trabajo, son más responsables y tienen mayor capacidad de sacrificio. Otro aspecto importante para los modelos de negocio actuales, es la búsqueda del equilibrio entre lo personal y lo profesional en el ambiente laboral, ya que favorece la resolución de conflictos.

¿Todos estos estudios y datos comparativos significan que debe haber una mujer al cargo para garantizar una mayor rentabilidad de su negocio? Las empresas donde hay una mayor desigualdad entre sexos, a comparación de las que sí tienen igualdad, presentan menor rentabilidad. Sin embargo, esto no está relacionado directamente con que la persona CEO sea un hombre o una mujer; más bien está relacionado con el número de mujeres que representan el conjunto y de la importancia de estos aspectos que ellas aportan y que benefician al funcionamiento de las empresas.

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